jueves, 5 de junio de 2008

poniendo mi maginación en marcha (2º parte)


Contemplandola, apartando los cabellos que cubrían su rostro y atandolos en una coleta
besó sus mejillas enrojecidas por un rojo intenso.
La dijo que se recostara sin preocuparse y se sujetara a lo que tenía delante.
Con sus manos manos separó sus muslos de una manera brusca, ella sentía como se humedecía
a cada minuto que pasaba.
Empezaba a sentir un leve dolor en la mandíbula, provocado por la mordaza, sentía su saliva casi
caer por sus labios sin poderla contener.
El, somo si pudiera adivinar sus pensamientos se la retiraba diciendole:

-Espero te estés calladita o la volveré a poner y esta vez no la quitaré.

Ella no dijo palabra alguna hasta no escuchar una pregunta que a ello le diera paso.
-¿De acuerdo?

-Si, Señor.
le quito el antifaz que sus ojos cubría, le llevo unos instantes acostumbrarse a la luz de nuevo. Él, la tiró del pelo obligandola a mirarle a los ojos.

-Bien, vas aprendiendo y puesto que ahora te tengo enfrente ¿ Qué deseas?
-Señor, deseo complacerle, ser su humilde servidora, sentirme cada día mas suya y poder
merecer serlo.

-paciencia preciosa, lo bueno se hace esperar.

Le había escuchado tantas veces esa terrible palabra "paciencia" que casi la odiaba y hubiera
querido borrarla del diccionario.

-Bien, ahora que te noto más calmada podemos proseguir.
La volvió a tapar la vista de nuevo.

Notó un pellizco en su pecho, primero en uno y seguidamente en el otro, como tiraba de ellos, los
había pinzado
Era uno de sus juegos favoritos pero no estaba allí para su disfrute, si no para
hacerlo disfrutar a El.
Cada vez estaba mas mojada, y temía que El lo fuera a comprobar pero no podía evitarlo,
mordisqueaba sus labios confuerza.
Estaba deseosa, y aunque sabía que a El no le gustaba mucho hacerlo, deseaba que la humillara,
que la hiciera sentir muy perra, pero Su perra.
continuara...

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