martes, 3 de noviembre de 2009

Echar en cara

Muchas veces no me doy cuenta de todas las cosas que le restriego por la cara cada dos por tres... cosas del estilo de:
-Es que como yo no echo cuentas a nadie de lo que hago o no...
-Yo es que soy libre de hacer esto sin tener que arreglar cositas antes...

Y estas son tan solo dos de ellas, pero hay muchísimas más.

Hoy dije que los hombres casados o con pareja y me refiero a los Doms, en realidad son sumisos de lo que dice su mujercita, si ellos quieren salir a tomar el fresco y la mujer le dice que se quede en casa fregando los platos pues el baja la cabeza y se queda fregando los platos y así sucesivamente...

Yo jamás he sido capaz de llevar una relación de mas de año y medio, empezaban a salirme dudas, tenía miedo al compromiso, me acojonaba y les dejaba sin remordimientos y sin jamás haber mirado atrás... no sé si ahora sería capaz de hacerlo, pero al menos sigo aquí y no me he ido y es una gran prueba superada el seguir día a día y al pié del cañón por llamarlo de alguna manera.

Amo, a mi me es indiferente porque yo estoy con Usted a pesar de todo lo que haya en su vida, es cierto que he deseado a cada instante que estuviera solo para mi, que no hubiera nadie más en su vida que yo, pero no es así y no haré nada por cambiarlo, simplemente estar aquí hasta que ya no quede ni un solo ápice de mi entera, hasta que me rompa en cachitos y deje de ser persona porque no pueda con la pena que quede en mi.

Me he reído de que haya dicho que, que esté condicionado no significa que esté agusto, y la verdad es que yo en mi caso si sabría lo que hacer, pero supongo que es demasiado sencillo seguir con la vida que llevamos simplemente por rutina, quizá no es la vida que queremos, pero estamos tan acostumbrados a llevarla de ese modo que no vemos que igual los cambios son aún mejores... es como la persona que fuma a diario, que cuando quiere dejarlo está tan enganchado que le es imposible pues... algo así.

Yo no voy a estar siempre aqui esperando a que haga algo, no voy a estar siempre pendiente, pero mientras me queden fuerzas para ello, mientras siga pudiendo verle sin que me haga daño, estaré donde Usted desee que esté.

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