lunes, 8 de diciembre de 2008

Mis desilusiones

Yo me desilusiono día a día con la gente, no porque sí, no, hay muchas razones por las cuales me está pasando.
Entras en los foros, ves opiniones, peleas, discursiones, de si yo tengo la razón por que yo lo valgo, de si yo se más que el resto, de si puedo ponerme a dar lecciones porque yo lo se todo y los demás no tienen ni idea de lo que hacen.
Pero como leí a una amiga, después de un yo lo respeto siempre a continuación va un insulto y descalificación y yo me pregunto ¿ por qué?
¿Hace falta hacer una corrección llamando de todo al que se ha equivocado? ¿por qué no podemos mantener las formas y simplemente decir... oye... creo que esto es asi...?
Siempre me han enseñado que para expresarme un : opino, en mi opinión y como no también está el "en mi humilde opinión..."
Pero aún así empiezas a percatarte de que a veces es mejor callar, no expresarte, porque así te evitas malos rollos, manías por parte de los usuarios los cuales a la mínima cosa que vayas a decir te están llevando la contraria solo porque si no lo hacen no son felices y esa noche no duermen agusto.
Me encanta leer, aprender, compartir opiniones, debatir lo que uno y otros creen, pero siempre o al menos he intentado respetar... aunque debo admitir que en un pasado he tenido muchos enfrentamientos.
Pero el caso no es ese, el caso es que me desilusiono, y te tienes que morder la lengua en un sin fin de momentos porque si no se puede armar la de Dios y la Virgen.
Creo que deberíamos pararnos todos a pensar, dejarnos de tonterias que somos persona adultas, dejar de tener envidia a los demás(que creo que esta es la causante de todo lo que pasa)
Parece que no puedas gastar una broma sin decir seguidamente que esperas que no le haya molestado... y la verdad pienso que es triste, o al menos a mi me lo parece cada día.
Personas con las que un día has compartido muchas cosas llega un momento que no puedes ni ver por las tonterías de los enfrentamientos, los dimes y diretes que no puedes confiar a todo el mundo, y aprender a pasar de todos en vez de dar tanta lección al resto... quizás así viviríamos más felices y comeríamos perdices

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