viernes, 3 de abril de 2009

Nunca sabrás...


Yo sólo quiero
Un tiempo pequeño
Estirarlo como un chicle
Y convertirlo en eterno.

O mejor coger tu vida
Y grabarla en mil momentos
Y llenarme los bolsillos
De tus secretos y miedos.

Lo cierto es que lo quiero
Es llevarme a todas partes
Todo lo que no conozco
Y que revuela en tus sesos.

Rebozarme en tus recuerdos
Antes de ser parte de ellos
Transformarte transparente
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos

No fabricarme fantasmas
Cuando me brindes silencios
Ni convertir en delirios
Todo aquello que no entiendo.

Tal como pasan los años
Más dudas respiro
No se supone que el tiempo
Y la malicia es lo mismo.

Es que no tengo remedio
Da igual si te veo
Tu ausencia me asusta
Y si estás, tengo miedo.

Qué hacer con mi vida
Si estoy hasta el cuello
Quiero dormirme tranquilo
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos


Intento mostrarme indiferente, hacer como que nada me importa, y lo cierto es que sí que me importa y muchísimo ¿Pero qué gano enojándome? ¿Y qué si me molesta? ¿Qué consigo con eso? No voy a solucionar nada pareciendo una niña llorona.
Me duele cuando hay noches que no podemos hablar, me siento inútil, ¿Cómo expresarlo? Me siento furiosa, siento un calor dentro que parece quemarme.
A veces me pregunto ¿Cuándo acabará esta situación? ¿Cuándo tomarás una decisión? Lo cierto es que cuando todo pasa, me siento nuevamente feliz, vuelvo a ser yo, cuando todo se calma vuelvo a ser yo misma...
Le he dicho que no me importa, que es cosa Suya, pero en realidad me ha dolido pronunciar esas palabras, me ha partido el alma sentir como Su voz ha cambiado el tono...
¿Me pongo a la defensiva? Sí, Dios sabe que tengo la cabeza hecha un lío.
Anoche me di cuenta de la situación, me di cuenta de la gravedad de las cosas, de las veces tan seguidas que se repiten... ¿Podré acostumbrarme? Debo hacerlo, por desgracia habrá más noches en las que ni hablaremos o tendremos que intercambiarnos correos electrónicos tipo sms de texto, y anoche me sentí extraña, no sabemos que es lo que queremos, y me pregunto ¿Hasta cuándo? ¿Por qué es todo tan difícil? Pero no es que lo sea, es que nosotros mismos hacemos que así ocurra.
¿Por qué es tan importante para mi? Yo sueño con poder hacer las cosas bien hechas, pero son eso, sueños...
Lo bueno de las malas rachas , es el superarlas, saber que de todo lo malo, se supera, que soy fuerte, que estamos ahí tanto para lo bueno como para lo malo, y que ojalá siempre siga siendo así.
Falta una semana para llevar 8 meses, 8 meses llenos de problemas superados, de momentos importantes...
SOLO PUEDO DECIR, QUE PASE LO QUE PASE, YO ESTARÉ AHÍ.

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