domingo, 12 de julio de 2009

Fragmento de un libro con referencia al sueño y mi pregunta ¿Si yo no sueño con ÉL... es por qué no es mi sueño?
"Miré fijamente en sus ojos... anchos debajo de la franja gruesa de cansancio, y anhelé mi sueño.
No para el olvido, como tenía antes, para no escapar el aburrimiento, pero quise soñar. Quizá, si podría ser inconsciente, si podría soñar, yo podría vivir por algunas horas en un mundo donde ella y yo podríamos estar juntos. Ella soñaba conmigo. Quise soñar con ella.
Ella me miró fijamente , su expresión por completo me maravilló. Tuve que apartar mi vista.
No podría soñar con ella. Ella no debe ser mi sueño
"aún no me has formulado la pregunta más importante," dije, severo y mi pecho se llenó de frío, mucho más difícil que antes. Ella tuvo que esforzarse para entenderme. En algún momento, tendría que darse cuenta de lo que estaba haciendo ahora. Ella debe ver que todo esto hizo cuestión-más que cualquier otra consideración. Consideraciones como el hecho de que a mí me encantaba ella.

Hoy he vuelto a pasarme el día pensándole, añorándole, deseándole, queriendo una llamada.
He pasado una odiosa mañana, me he sentido desanimada, con mucho sueño, mi cuerpo me pesaba, me notaba con un poco de fiebre... y llegué antes a casa al medio día para poder dormir un poco, porque ultimamente solo tengo sueño, mucho sueño.
He pensado en Sus ojos verdes, en Su mirada, en Su voz... y mientras trataba de dormirme, entonces ha caído una lagrima pensando en volverle a ver... para mi la última visita es una de las que deseo olvidar.
Ojalá hoy cuando llegue a casa, pueda volver a hablarle feliz, estar contenta de ser aún suya, porque aún pienso que me parece mentira seguir aquí.

Esta mañana, vinieron dos de esas que echan el tarot a preguntarme sobre la feria que se pone en frente de donde trabajo, y entonces querían echarme las cartas y yo les dije que no...
Me dijeron cosas del estilo de que soy muy trabajadora (y yo me decía... vaya no me digas?), que soy una luchadora (cuéntame algo que no sepa anda) luego me dijeron que generaba mucha envidia, que me envidiaban (aquí ya deseaba que se marcharan) que si alguien muerto me protejía( esta esta loca y siempre me pasa a mi lo malo) y nada, ya lo que más me mosquea es que me dijera que alguien me quiere y está indeciso ( yo ya le decía o se marcha o la echo yo misma)
Lo que menos me apetecía es oir a una loca decirme esas cosas, osea, yo con cara de que me moría y me viene a atormentar la cabeza con esas tonterías... y yo pensaba pues si no se decide pues bien, pero dejeme comer!!! y yo miraba mi plato con un poquito de arróz blanco y nada, que la chica quería leerme las manos... en fin, si es que todo me tiene que pasar a mi?

Más libro ( es lo que tiene leer un poco):
“Me disgusta no verte” dijo tímidamente y su piel torno un bonito color en sus pómulos “ también me pone ansiosa”
Estarás contento me dije a mi mismo. Bien, aquí estaba mi recompensa esperada.
Desconcertado, exaltado, horrorizado-sobre todo horrorizar al darme cuenta que mi imaginaciones salvajes no estaban tan lejos de la meta. Esta fue la razón por la que no importaba que Yo era un monstruo. Es exactamente la misma razón por la cual no me importaban las normas. ¿Por qué el bien y el mal ya no obraban su influencia ¿Por qué todos mis prioridades habían pasado un puesto hacia abajo para dar cabida a esta chica en la parte superior.
Ella cuidaba de mi, también.
Sabia que no se podía compar a como yo la amaba. Pero era bastante. Por que ella arriesgaba su vida al sentarse aquí conmigo. Por hacerme tan feliz. Bastantes para causarle dolor, si hiciera las cosas bien y la dejara.
¿Existe algo que podría hacer para no herirla ahora? Nada en absoluto? Yo debería haber estado alejado. No debería ser la cuasa de su dolor. ¿Podría parar ahora de estar con ella? ¿De hacerlo peor?
La manera en que yo me sentía ahora mismo, su sensación de calidez contra mi piel… No. Nada me pararía.¿ahora?
“AH!! Gemí “esto no está bien”
Me Odíe por robar todo de ella. Robo de su vida y de su alma.
No podría ser demasiado tarde. “Jamás digas eso” silbé.
Ella miró fijamente hacia fuera desu ventana, y sus dientes mordiendo su labio otra vez. Tenía las manos con los puños apretados en su regazo. Respirando rápidamente y entonces se rompió.
“En qué piensas?” Tuve que saber.
Ella sacudió su cabeza sin mirarme. Vi algo relucir, como un cristal, en su mejilla. Sentí la Agonía. “Estas llorando? La había hecho llorar. La había hecho mucho daño. Ella se restrego las lagrimas con la parte posterior de la mano.
"No", mintió, rompiendo su voz. Un cierto instinto enterrado, me hacía que fuera hasta ella. En ese segundo fui más humano que nunca. Y entonces recordé lo que era … y baje mi mano.
“Lo siento,” dije, mi quijada trabada. ¿Cómo podría nunca decirle cómo me apesadumbraba eso?
Apesadumbrado para todas las equivocaciones estúpidas que había cometido. Apesadumbrado por ser tan egoísta. Apesadumbrado que ella fuera así de desafortunada en cuanto ha sentido ese trágico amor?. Apesadumbrado también para las cosas más allá de mi control-que había sido el monstruo quien la eligió para terminar su vida en el primer lugar.
Llevé un profundo respiración-no haciendo caso de mi reacción desgraciada el sabor en coche-y intentado recogerse.
Quise cambiar el tema, para pensar en algo más. Afortunado para mí, mi la curiosidad sobre la muchacha era insaciable. Tenía siempre una pregunta.

Sol de medianoche (Sthefanie meyer)

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