Hoy...

Esta mañana para mi sorpresa sonaba el teléfono... que alegría ver desde hacía una semana Su nombre en la pantalla...
Ha conseguido hacer que mi día fuera más bonito, ha hecho salir mi más tierna sonrisa cuando aún con voz de dormida le daba los buenos días y oía Su voz.
Han sido a penas 5 min los que hemos podido tener para conversar... parece que siempre que me llama no le dejan tranquilo... pero bueno, más vale eso que no recibir nada.
Me dió la asquerosa noticia de que no podrá venir a comer con nosotros el sábado... aunque era de preever, nunca Sus compañeros le hacen ningún favor... lo que no sé es como Usted siempre que ellos lo necesitan siempre está ahi para cubrir sus puestos.
Lo malo de comer con gente de este mundo, es que el simple hecho de verles a todos con sus Amos y sus sumisas me hace sentir un poco fuera de lugar... apartada de todos... pero siempre comparto momentos agradables, me encantan.
Ahora que casi nos hemos acostumbrado a estos horarios, son más llevaderos al menos para mi... aunque le extraño, eso sin duda pero al principio los cojí con un poco de asco.
Ayer comencé un nuevo libro que me dejó una amiga... "Como agua para chocolate" es una novela la cual ya había visto la película, que por cierto es una de mis favoritas que tenía ya por olvidada, es de esas en las cuales dan a entender que el amor siempre gana a pesar de los impedimentos...

Fragmento del libro:

Cuando Tita sintió sobre sus hombros la ardiente mirada de Pedro, comprendió perfectamente lo que debe sentir la masa de un buñuelo al entrar en contacto con el aceite hirbiendo.
Era tan real la sensación de calor que la invadía... que con temor de que como a un buñuelo la empezaran a brotar burbujas por todo el cuerpo, el vientre, el corazón, los senos...bajó la mirada y trató de huir.

-Pedro: Señorita Tita, quisiera aprovechar la oportunidad para decirle que estoy profundamente enamorado de Usted...
Sé que esta declaración es atrevida y precipitada pero es tan difícil acercársele que tomé la decisión de hacerlo esta misma noche.
Solo le pido que me diga si puedo aspirar a su amor.

-Tita: No sé que decirle...deme tiempo para pensar.

-Pedro: No, no podría. Necesito una respuesta en este momento... El amor no se piensa, se siente o no se siente (que de verdad ahí aquí). Yo soy hombre de pocas pero muy firmes palabras.
Le juro que tendrá mi amor por siempre.¿Qué hay del suyo? Usted también lo siente por mí?

-Tita: Sí.

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-Tita: Mami, Pedro Musquiz quiere venir a hablar con Usted.

-Mamá Elena: ¿Y de qué me tiene que venir a hablar ese señor?

-Tita: No sé.

-Mamá Elena: Pues más vale que le digas que si es para tomar tu mano, que no lo haga.
Perdería su tiempo y me haría perder el mío... Sabes muy bien que por ser la más pequeña de mis hijas, a tí te corresponde cuidarme hasta el día de mi muerte.
Por hoy ya hemos terminado con esto.

-Tita: Pero yo opino que no es justo.

-Mamá Elena: Tú no opinas nada y se acabó. Nunca por generaciones, nadie en mi família ha protestado ante esta costumbre y no va a ser una de mis hijas quien lo haga.
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Mamá Elena: Por los motivos que le expuse, definitivamente Tita no puede hacerlo. Claro que... si lo que le interesa es que Pedro se case, pongo a su consideración a mi hija Rosaura, solamente dos años mayor que Tita y plenamente preparada y disponible para el matrimonio.

-Chencha: No sé como su mamá puede ser así, no se puede cambiar unos tacos por unas enchiladas así como así.

-Mamá Elena: Quiero que vengan a saludar a Don Pascual y Pedro y a brindar por la boda de su hermana.

-Gertrudis: Dejó a Tita casarse con Pedro?

-Mamá Elena: No, Pedro se va a casar con Rosaura.
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-Don Pascual: ¿Por qué hiciste eso? quedamos en ridículo aceptando la boda con Rosaura. ¿Dónde quedó pues el amor que le juraste a Tita? ¿Qué? no tienes palabra?

-Pedro: Sí, claro que la tengo. Pero si a usted le negaran de una manera tan rotunda el casarse con la mujer que ama y la única salida que le dejaran para estar cerca de ella fuera la de casarse con la hermana ¿Usted no tomaría la misma decisión que yo?